Miettes...

Me encontró asomando las palmas a un cristal empañado
Tu has interrumpido la muerte
Apacible muerte de la que ya no ve mas allá de su oscuridad
Has interrumpido el silencio de las llagas
Con un toque servido en la seda
Con el susurro de los que no saben amar
Has caminado por un cuerpo prohibido y secuestrado
Atravesando las entradas de mi península
Tu has venido y te has ido sin huella
Una sombra llamando en la pared
Una puerta vacía y entreabierta
Sin luz
Sin morada
Sin ningún lugar donde pueda depositarte nada
Y me buscas
Bajo qué manto de ilusiones has evocado la ausencia?
He caminado sin piedras en las manos
Oscilando entre días cortos y noches sin nombre
Obliterada tras el muro de la pérdida
Nada en ti
Sin ataduras las manos
Nada en los ojos huecos y profundos de mirar
Y me encuentras húmeda
Llena de manchas de rocíos viejos
Me encuentras sin la venda del justiciero
Sola, como cualquier cosa olvidada…
Saltando cruces y desviando caminos
Acechada con los ojos de bestia y flor
Azotada como la hoja en medio del huracán
Un hilo en la distancia
La palmera diciendo adiós
La sombra sola en la esquina y sin futuro…
Como un cristal frágil que se posa encima del filo
Y nuestros olores confundidos
Distraídos en cuerpos de ciudad
Una voz llamando otra voz
Un grito de vacío ignoto
Piel de agujeros negros
Sueños de huida frente a un portal
Y la pérdida
Como un perro embravecido y hambriento
Un domingo lleno de nubes
Lo que no dices
Lo que se disputa encima de la carne y la memoria
Dos vidas y una sola muerte
El paso andando
No hay esperas…