Maldije tu  frente tu vientre tu vida
  maldije las  calles que tu andar enfila
  los objetos  que tu mano aprehende
  maldije el  interior de tus sueños 
Puse una  charco en tu ojo que ya no ve
  un insecto en  tu oreja que ya no oye
  una esponja en  tu cerebro que ya no comprende 
Te enfrié en  el alma de tu cuerpo
  te congelé en  tu vida profunda 
el aire que respiras  te sofoca
  el aire que  respiras tiene un olor a sótano
  es un aire ya  espirado que fue desechado las hienas
  el estiércol  de ese aire ya nadie lo puede respirar 
Tu piel está  toda húmeda
  tu piel suda  el sudor del gran miedo
  tus axilas  exhalan a lo lejos un olor a cripta 
Los animales  de detienen cuando pasas
  los perros  aúllan por la noche, con la cabeza
  enderezada  hacia tu casa
  no puedes huir
  no te llega ni  siquiera una fuerza de hormiga a la
  punta del pie
  tu cansancio  hace tronco de plomo en tu cuerpo
  tu cansancio  es una larga caravana
  tu cansancio  llega hasta el país de Nan
  tu cansancio  es inexpresable 
Tu boca te  muerde
  tus uñas te  arañan
  ya no es más  tuya tu mujer
  ya no es más  tuyo tu hermano
  la planta de  tu pie es mordida por una serpiente
  furiosa 
Han babeado  sobre tu progenitura
  han babeado  sobre la risa de tu hijita
  han babeado  frente al rostro de tu morada 
El mundo se aleja de ti
Yo remo
  remo
  remo contra tu  vida
  remo
  me multiplico  en remeros innumerables
  para remar más  fuertemente contra ti 
Caes en lo  vago
  careces de  soplo
  te fatigas  ante el menor esfuerzo 
Yo remo
  remo
  remo 
Te vas, ebrio,  atado a la cola de un mulo
  la ebriedad  como un enorme parasol que oscurece
  el cielo
  y junta las  moscas
  la ebriedad  vertiginosa de los canales semicirculares
  comienzo mal  atendido de la hemiplejía
  la ebriedad no  te abandona ya
  te tumba a la  izquierda
  te tumba a la  derecha
  te tumba sobre  el suelo pedregoso del camino 
Yo remo
  remo
  remo contra  tus días 
En la casa del sufrimiento entras
Yo remo
  remo
  sobre una faja  negra se inscriben tus acciones
  sobre el  enorme ojo blanco de un caballo bizco
  rueda tu por  venir 
YO REMO
Henry Michaux