El concepto de ausencia podría traer luz a la pared ya Blanca y sólida, una quietud como las aguas de un lago pudiera ser la diferencia entre la cordura y la locura momentánea de una ilusión disfrazada de desasosiego. El masoquismo continuo solo nos demuestra la necesidad, como decía Stig Dagerman, de consuelo. Podemos tener delante nuestro una ausencia eterna y verla llena de presagios y justificaciones, más que eso, verla realmente presente con una disposición real de acercamiento, cuando realmente no ha sido mas que desierto. Nada que echar o que guardar, soltarlo y dejarlo volando al viento como una chiringa que se hace pedazos por los azotes del viento, ni siquiera voltear a ver los despojos, las curvas del peligro donde se estrelló. No hay coherencia en mi escritura, no hay ningún lugar donde quiera llegar, solo despojar el pensamiento entre muros de símbolos y golpeteos de teclado, vivir la mejor ausencia es cuando sabes que será eterna, sin paradas que interrumpan ese adiós que se alimenta de la desaparición absoluta.
(Maria Antonia Segarra)
julio 2008
