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Author: Miette / Etiquetas:

Nunca se puede acechar la presa con los ojos cerrados,
¿cómo lo has hecho tú?,
he tenido razón al decir que no se pudiera hacer nada con los ojos cerrados,
a ciegas con la humedad de los dedos al rozar el rostro mustio e inexpresivo de mis años, de mis días de toda la eternidad de que son posesos las vidas equidistantes de las empuñaduras de un bastón tirado en el suelo de aquella vieja casa que ya nada dice,
sin recuerdos y sin color
como la vida que llevo conmigo y que aun no se cansa de existir en la nada inmensa de su indiferencia…

Que es lo que quiere?,
que me desmaye destruida a sus pies con la boca rota en el quicio de sus imprecaciones?

Maria Antonia Segarra