Quise llamarme locura, 
pero solo me dio el nombre para casi loca, 
no pude concretar ninguna de las artimañas para el elevado conocimiento de la locura:
sin privilegios de agonizantes desvaríos y palabras mudas
infortunio de ser pisada y exprimida goteando traición 
debían poner las piedras sobre mí de cualquier manera
y de verdad tuviera una justificación menos pragmática
menos radical...
pero el mundo ya me conoce así
luche por una estancia, ose de atrevida  
el vaivén del juego
no quise
es otra cosa lo que vivo
es otra cosa lo que viví, 
no quise
si hubiese sido a la altura de mis predicciones, pero ni eso
entonces...adjudicarme la metonimia de las circunstancias...
hacer de una simple valla... una fortaleza?
no sirve de nada
no alcanza la estatura del silencio, 
y no fue nada
tenía que darle de comer:
verdad, sinrazón  
no quise
definitivamente, no hay borde que abisme el suelo
ni modo
no valía el precio.. ese paraíso.
Maria Antonia Segarra